En el pasado, las personas atribuían cualquier fenómeno inexplicable a temas sobrenaturales, posteriormente, la influencia directa de personajes filósofos, racionalistas y empiristas promovió la consolidación de la psicología como parte de la ciencia social como la conocemos.
¿Qué es un trastorno de Ansiedad?
Sentir Ansiedad de manera ocasional es considerado “normal” en la vida cotidiana del ser humano, sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad tienen múltiples dificultades en su día a día, la preocupación excesiva, el pánico, la falta de aire, miedos intensos, pensamientos extensos y persistentes, etc.
Algunos ejemplos del trastorno de ansiedad son: trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social (fobia social), fobias específicas y trastorno de ansiedad por separación. Puedes tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad surge de una enfermedad que requiere tratamiento indicado por un especialista.
¿Cómo controlar mi ansiedad?
Primeramente, hay que tener en cuenta que el trastorno de ansiedad es representado de diferentes formas y situaciones, en caso de ser éste un padecimiento invasivo para la vida de una persona debe ser obligatoriamente diagnosticado por un profesional que otorgará el tratamiento adecuado para sobrellevarlo. Sin embargo, en ocasiones nos enfrentamos a situaciones que nos ponen al borde de este sentimiento y no sabemos como abordarlo
- Relájate. Realizar ciertas actividades que consigan renovarte y que consigan hacerte sentir bien. Descansar, leer un libro..
- Haz ejercicio. Es la forma más saludable de aliviar la energía y la tensión acumulada. Las actividades físicas como caminar o nadar nos dan fuerza y nos reaniman. Además, la actividad física protege nuestro cuerpo de enfermedades, aumenta nuestro tono muscular y evita el sobrepeso. Además, es una forma sana de divertirse y ayuda a dejar a un lado los problemas.
- Deja de fumar. La nicotina que contienen los cigarrillos es un estimulante que provoca más síntomas de estrés.
- Duerme lo suficiente. La falta de sueño hace que tengamos problemas de atención y memoria y estemos más irritables. Por ello, es importante, al menos, dormir entre 7 y 8 horas diarias. El papel del sueño es fundamental para una recuperación física y psíquica. De hecho, mientras dormimos se asimilan los aprendizajes del día.
- Comparte tus emociones. Siempre habrá un amigo o familiar con el que puedas conversar y expresar tus emociones.
- Practica técnicas de relajación. Conseguirás reducir el grado de activación física frente al estrés. Con estos ejercicios se incrementan, además, las defensas contra el estrés.
- Conoce las técnicas de respiración. Con un buen entrenamiento en respiración, podrás controlar los síntomas fisiológicos del estrés tales como sudoración o las palpitaciones, entre otros.
Evidentemente, en ocasiones es imposible ignorar el sentimiento de ansiedad, pero es importante recordar la importancia de visitar a un profesional y darle prioridad a nuestra salud mental.